viernes, 20 de septiembre de 2013

SU HERMANA

Victor tiene una hermana de 11 años, de una relación que tuvo mi marido con otra pareja y para preservar su intimidad la llamaré Ariel que es la princesa Disney que más le gusta.
Ariel es una niña alegre, simpática y al igual que su hermano tiene el TDAH, diagnosticado desde los 5 años.
Su etapa escolar es complicada porque es una niña que no se centra, vive en su mundo, no hace caso, pierde todo, es desordenada en todos los ambitos de su vida,...
La niña ha pasado por varios tipos de medicamentos, todos ellos mandados por el médico: concerta, strattera y rubifren. Este año, se lo han dado de descanso para ver como actúa ella por si sola.
Cuando ha empezado a vivir sin pastillas es cuando ha pegado el cambio: se centra bastante más (dentro de los límites, ya que el problema del TDAH sigue ahí), va mejor en los estudios, ha mejorado en el comportamiento (si antes la llamabas 18 veces, ahora con 5 ya atiende)...
Los dos hermanos se quieren un montón, aunque Victor no pare de pegarla, gritarla o mandarla. Lo bueno que ella no es hiperactiva (solo nerviosa) y saca paciencia de donde no la hay.
Su relación conmigo es fantástica y para mí es como la digo a ella "mi hija aunque no la haya parido". Me quiere con locura y yo a ella también, al fín y al cabo ella es mi princesa y mi niña.
Por motivos de custodia, no podemos estar con ella todo lo que quisieramos ya que necesita una atención que no recibe por parte de su madre, y eso, también repercute en el trastorno del TDAH con lo que la mejora del trastorno es demasiado lenta en ella. Pero todo llegará.
Las pastillas han mejorado algunos aspectos, pero para ser sincera, desde que las ha dejado está mucho mejor.
No estoy en contra de la medicación pero en este caso sí han sido perjudiciales para la niña. Cuando se la manden al niño, haber que tal le va.

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