viernes, 20 de septiembre de 2013

EL DÍA QUE ME DIÓ UN ATAQUE DE PÁNICO


Todo empezó el día de las fiestas de Getafe (Madrid). Habíamos ido a las atracciones y tanto Victor como su hermana se lo habían pasado genial. Habían montado a los coches y después nos fuimos dando un paseo por toda la feria hasta llegar a los chiringuitos, donde queríamos pasar un rato bailando mientras mi marido y yo nos tomábamos algo.
Como ya sabeis, mi hijo no es excitable... ES HISTÉRICO (como yo le digo de broma) y claro, no pudimos estar tan agusto como quisieramos y para no tener problemas, nos fuimos de allí dando un paseo hasta casa.
La calle principal estaba hasta arriba de gente, de puestos ambulantes y de coches.Yo siempre estoy muy pendiente de Victor porque "ya nos conocemos", pero en un descuido dejé de verlo. Les pregunté a su hermana y a su padre y fué entonces cuando saltó la alarma. Mi marido se fué corriendo bordeando un edificio mientras gritaba su nombre y la niña y yo, nos movimos por la zona preguntando a la gente si habían visto a un niño rubito, alto, vestido de tal manera... y nos decían que no. Entonces mi corazón empezó a latir más fuerte y me empezó a subir un calor enorme desde el estomago hasta la cabeza, mi respiracion fué muy dificultosa y más rápida. La mente se me estaba bloqueando y el miedo se llenó de mí. Mi expresión de la cara no debía ser muy buena, porque la niña se asustó un montón al verla y se empezó a poner más nerviosa, gritando más fuerte aún mientras corría sin dejar de mirarme por si me desmayaba o algo.
Mientras la pobre corría y llamaba a su hermano a gritos, vió a su padre y a Victor y lo primero que hizo fué quedarse a mi lado y decir que venían los 2 juntos. Ahí yo...exploté. Mi cuerpo dejó de sentir ese calor y ese temblor por los nervios y me caí de rodillas a la acera mientras me tapaba la cara con las manos y lloraba sin consuelo...
Cuando se puso Victor a mi lado le abrazé fuerte y estube llorando, de rodillas y pidiendole que jamás lo volviera a hacer.
Esa noche no dormí casi nada pensando en que le perdía, se lo llevaba algun perturbado... yo que sé.

Esta experiencia te deja marcada: la cara de la niña, la sensación de angustia, el ver como la gente vá a su rollo y no sabe ni quien pasa por su lado...  esta experiencia no se la deseo a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario