viernes, 20 de septiembre de 2013

LA PRIMERA VISITA CON EL PSICOLOG@

Hace 1 año que fuimos al psicólogo por primera vez.
Yo jamás había ido a un psicólogo asique te imaginas como en las peliculas, una persona seria pero amable, con asertividad hacia los pacientes... no sé.
Después de haber hablado con la psicologa del colegio y coincidir en que el niño tenía un problema de comportamiento en más de 2 áreas distintas: colegio, casa, calle..., era hora de que le hicieran pruebas y le llevaran un seguimiento más profundo.
Pues bien... llegó el día. 
Después de dos meses esperando la cita y después de no dormir bien por los nervios (hablo de mí), pués fuimos a Salud Mental a la hora señalada. Fuimos mi marido, el niño y yo y la niña estaba en el colegio. Le llamaron y entramos.
 La sala era blanca, con 2 asientos y muy pocas cosas más. Dentro había dos personas: una psicologa y un ayudante.
Para poneros en situación la psicóloga era una mujer de pelo corto, muy delgada, seria, bajita y con una cara...en fín mi marido y yo nos quedamos parados cuando la vimos (si vemos al coco nos hubiera dado menos miedo). El ayudante era un chico corpulento, con gafas y debía ser mudo, porque en una hora de sesión que tuvimos no habló para nada, solo miraba fijamente y si pestañeaba era de casualidad.
Cuando entramos y nos sentamos, miró fijamente a Victor y tras una especie de tensión de miradas, victor se metió entre las piernas de su padre y debajo de la mesa, y ni se movió ni habló en toda la sesión
Lo primero que nos dijo fué que porque estabamos allí. Le empezamos a contar nuestras batallas con el niño, sus enfados, los problemas con la gente, su temperamento, su dispersión de la realidad... en fín, todo lo que le pasaba. 
Llevabamos los papeles del pediatra y la agenda escolar que llevamos como seguimiento entre el colegio y nosotros, y todo estaba encima de su mesa (cosa que no miró).
Después de una hora, nos propone que vayamos a una clase de "educación para padres", y que ya nos veriamos.
Os tengo que contar que la sensación con la que salimos mi marido y yo era... de llorar. Que quería decir, ¿que éramos malos padres?, ¿que no sabíamos educar a nuestro hijo?.
¿Esa señora no se molestó ni ha entablar una conversación con mi hijo y nos prejuzga a mí y a mí marido?.
No volvimos a ir jamás.
Salimos defraudados, sin expectativas de ayudas, con la sensación de malos padres...hasta que volvimos a intentarlo un año después (eso sí eligiendo al psicologo)

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